Desde el 8 de junio en el momento que algunas comunidades pasaban a fase 3 los centros deportivos y gimnasios han ido reabriendo sus puertas a sus socios.

 

Los gimnasios y centros deportivos anuncian su reapertura reivindicando el papel del ejercicio

Esta reapertura con medidas de restricción en usos y aforos ha sido progresiva a lo largo de el mes de junio y con diferencias entre comunidades.

La importancia del ejercicio físico ha quedado más que clara durante la situación crítica, y se ha podido comprobar que gran parte de la población se la  privó de esa actividad física habitual, mientras que otra parte de la población descubrió como el ejercicio o la simple actividad física podían ser un medio de escape de la situación de encierro en casa.

La incorporación al ejercicio, con restricciones, a lo largo de las diferentes fases de flexibilización de las prohibiciones también han sido causa de estudio y de observación.

El miedo al contagio es uno de los motivos por los que la gente ha decidido dejar de acudir al centro deportivo, pero un reciente estudio de la Universidad de Oslo concluye que acudir al gimnasio no aumenta el riesgo de contagio. Este estudio, 3.764 individuos fueron asignados al azar e incluidos en los análisis; 1,896 en el grupo de entrenamiento y 1,868 en el grupo sin entrenamiento. En el grupo de entrenamiento, el 81.8 por ciento entrenó al menos una vez en las instalaciones.

Todo ellos cumplieron con las reglas de seguridad establecidas:

• Distancia de un metro para ejercicio estático en el sitio, y dos metros para clases de alta intensidad
• Uso de desinfectante de manos regularmente.
• Taquillas individuales disponibles durante dos semanas.

Cuando se sometieron a una prueba de anticuerpos solo una persona había contraído coronavirus. Este  positivo fue rastreado y no había utilizado la instalación antes del día de la prueba. El rastreo de contactos reveló el lugar de trabajo como fuente de transmisión (Tachaaan).

Como conclusión del estudio los investigadores afirman que  con buenas medidas de higiene y distanciamiento social, no hubo un aumento de la propagación de COVID-19 en las instalaciones de entrenamiento.

 

Sin embargo, hay una duda generalizada. ¿Te pueden multar por no llevar la mascarilla en el gimnasio?

No llevar la mascarilla en el gimnasio te puede costar 100 euros a partir del 21 de junio

La norma no lo aclara, ya que obliga a su uso en lugares cerrados pero lo contraresta con al eximir de su uso por la propia naturaleza de las actividades. La interpretación de la norma puede resultar confusa, ya que podría entenderse que mientras se hace el ejercicio se puede prescindir de su uso pero mientras se descansa entre series de pesas, abdominales o mientras se pasea por las instalaciones si parece que es obligatorio, por lo que habrá que llevarla siempre encima para ponérsela y quitársela según en qué situación se encuentre el deportista (Fuente: Diario del triatlon).

Según el artículo 15 del BOE del 10 de junio de 2020 que se refiere a los gimnasios y centros de entrenamiento bajo el epígrafe de Instalaciones para las actividades y competiciones deportivas. Los gimnasios y centros deportivos deberán cumplir las normas básicas de seguridad e higiene marcadas por el Gobierno:

1. mantener la distancia interpersonal de 1,5 metros (algo que puede limitar el aforo de algunos centros).
2. Evitar aglomeraciones y, de no ser posible, utilizar otras medidas de protección e higiene.
3. Además, se deberán llevar a cabo protocolos de ventilación y limpieza para asegurar estas medidas higiénicas.

Ese apartado 2, es de nuevo el que puede generar esa duda con respecto al uso de la mascarilla.

 

En una entrevista realizada a Gema del Caño en relación al uso de la mascarilla afirma:

“La medida más lógica es asegurarte de que vas a poder mantener la distancia de seguridad. Si no puedes de ninguna manera, entonces sí es altamente recomendable utilizar mascarilla.” 

 

En mi opinión personal, en un gimnasio a no ser que estés muy solo, o trabajes de manera individual el uso de la mascarilla, por muy deporte que se realice, debería marcarse como obligatorio por parte de la dirección del centro deportivo. Podrías quitarla excepcionalmente en aquellos ejercicios de máxima intensidad o que realmente necesites respirar. Para ello aléjate  del resto de usuarios, y respira para volver a un ritmo respiratorio normalizado, o también cada cierto tiempo para poder limpiar bien tus vías  respiratorias de cualquier resto de CO2 que se haya ido acumulando a lo largo del entrenamiento.